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El por qué de nuestro nombre"francistico"

La persona de francisco de Asís siempre es motivo para la búsqueda de la reflexión, la paz, el bien, la tolerancia y otros valores correspondientes a esta espiritualidad. El blog se te ofrece sin distingos ni discriminaciones religiosas, políticas, étnicas y otras. Es para todos y todas. francistico es el paso en construcción de una andadura del pobrecillo de Asís desde nuestro suelo costarricense. Ven caminemos juntos, marcando pasos y dejando huellas de un caminar franciscano a lo"tico".


Las páginas sugeridas como material para consultar no siempre corresponden al criterio de este autor. Ellas son instrumentos para propiciar el debate y la reflexión; de manera que puedas aportar tus opiniones y reflexiones; permitiéndo la profundización de cada tema abordado.



En las siguientes imágenes se representan temas por exponer...¿cuál será tu aporte?

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enero 11, 2010

El concepto del Mesías en el Antiguo Testamento y el Evangelio de Marcos.

En la religión de Israel el reino davídico restaurado era una concepción ideal. Para el pensamiento del período primitivo era un reino de este mundo establecido por una intervención divina, mediante medios políticos y circunstancias histórico-políticas de la época, dentro del curso natural de los acontecimientos de los hechos y de la historia natural. El futuro reino de Zorobabel, para Ageo y Zacarías es ambas cosas a la vez.
Para el Deutero-Isaías, la restauración de Israel es el cumplimiento de las promesas de fidelidad hechas a David; desde la perspectiva religiosa. Yahvé es rey del reino restaurado desde la cotidianidad de la vida nacional y polìtica; son los reyes ideales de la casa de David quienes gobernarán al nuevo pueblo de Yahvé.
Junto al aspecto del gobierno de la nación por parte de Dios, existe el caràcter distintivo del yavismo que mantenía la fe en Dios con un futuro reservado a su pueblo y en el que se realizarían las condiciones y circunstancias a la moral y justicia yahvistas del antiguo Israel. Es decir... una fe que sin ser todavía escatológica ni mesiánica, que no debe ser confundida con esta ùltima; aunque de ella surgirá la propia escatología.
En una etapa posterior de la historia de la revelación, el Mesías alcanzò la posición central y pasó a ser el salvador y mediador transhumano de un nuevo orden universal; así en el Antiguo Testamento se va a considerar al futuro rey ideal "el Mesías" como un hijo de David, "un retoño de Jesé". Es decir, un descendiente del linaje betlemítico, de David, en el que directamente se depositaba la esperanza.
Expresión Hijo de Dios (Mc 1,1).
Para entender esta expresión es necesario ver la utilización de la palabra hijo para tradurcir las relaciones entre los hombres y Dios. En hebreo esta palabra expresa las relaciones de parentezco y la pertenencia a un grupo: "hijo de Israel", "hijo de Babilonia" (Ez 23,17); "hijo de Sión" (Sal 149,2), "hijos de los profetas" (2Re 2,5), "hijo del hombre"(Ez 2,1; Dan 8,17). También hace referencia a la posesión de una cualidad:"hijo de paz"(Lc 16,8; Jn 12,36).
En el Antiguo Testamento la expresión "hijo de Dios" designa fortuitamente a los ángeles que forman parte de la corte divina (Dt 32,8; Sal 29,1; 89,7; Job 1,6). Probablemente su empleo refleje la mitología de Canaán. Como Yahvé no tiene esposa en la Biblia, su significación es atenuada en relación a la participación de los ángeles en la vida celestial de Dios. La expresión se aplicaba a Israel, traduciendo en términos de parentezco humano las relaciones entre Yahvé y su pueblo, así la filiación adaptiva fue experimentada en el Éxodo(Ex 4, 22; Os 11,1; Jer 3,19; Sab 18,13) y recordada por Jeremías al anunciar como éxodo la liberación escatológica (Jer 31, 9.20) y, a partir de esta experiencia, el títulode hijo (pluralizado) se atribuye a los miembros del pueblo de Dios para insistir en su consagración religiosa a su Padre (Dt 14,1 s; Sal 73,15), para reprocharles su infidelidad (Os 2,1; Is 1,2; 30, 1.9; Jer 3,14); esta conciencia de filiación adoptiva es uno de los elementos de la piedad judía que funda la esperanza de las restauraciones futuras(Is 63,8. 16; 64,7).
En el Antiguo Oriente la filiación divina en su perspectiva mítica, contribuía a la divinización del monarca; el Antiguo Testamento la excluye, por lo que el rey es un hombre que como los demás está sometido a la ley y juicio divino. David y su familia fueron objeto de una elección que los asocia al destino del pueblo de Dios. El profeta Natán traduce la relación entre Yahvé y el linaje regio cuando Dios dice: "Yo seré Padre para él y él será hijo para mí" (2 Sa 7,14; Sal 89,27 s); haciendo que el título "hijo de Yahvé" sea un título regio y posteriormente mesiánico (Sal 2,7) que la escatología profética atribuirá al nacimiento futuro del rey por excelencia (Is 7, 14; 9,1). (1).
Hijo de Dios en Marcos.
El evangelista Marcos presenta a Jesús como Hijo de Dios, aunque por lo general no existe acuerdo entre los estudiosos sobre el origen, concepción y sentido de la expresión; en todo caso, para la mayoría de autores del sector crítico-dogmático, el origen es cristiano palestinense. Es la iglesia primitiva palestinense que desarrolla y explicita su fe en Jesús como Hijo de Dios a base de motivos bíblicos hebreos (siervo de Yahvé), intronización real, sabiduría, Ley menrá. (2).
En Daniel la expresión "Hijo del Hombre" adquiere una dimensión gloriosa, como manifestación visible de Dios invisible, personaje celestial relacionado con el Mesías y se identifica con el pueblo; se le da poder, gloria y reino (Dan 7, 14.27). Esta figura puede designar a un mesías de tipo glorioso, rey celestial, juez que viene de Dios en las nubes. Será más que David, que un profeta, sin dejar de ser humano (siervo de Yahvé mártir) será divinamente glorioso (Hij0 del Hombre); esta esperanza animará al pueblo hasta la llegada de Jesús, durante el dominio del imperio romano. Esta expresión es la que más se aplica a Jesús a sí mismo en Marcos, en estrecha relación con la descripción del siervo sufriente de Yahvé: "vereis sentado a la diestra del poder y venir entre las nubes del cielo" (14, 51), "sufrirá mucho y será despreciado" (9,12), "será entregado en manos de los hombres, le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará" (9,31), "será entregado a los gentiles (10,33), "viene entre las nubes con poder y gloria, reunirá de los cuatro vientso a sus elegidos" (13.26) (3).
También podemos encontrar entre las expresiones mesiánicas de similar significado a las anteriores: "Hijo del Dios Altísimo" (Mc 5,7), "Rey de los judíos" (Mc 15,2. 9. 12. 18. 26), "Rey de Israel" (15,32). (4).
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1. Cf. Mowinkel, S. El que ha de venir. Mesianismo y Mesías. Madrid. 1975.
pp.171-413.
. ´X. León Dufour. Vocabulario de Teología bíblica. Editorial Herder. Barcelona, España. 1978. pp. 384-389.
. Rafael Aguirre Monasterio; Antonio Rodríguez Carmona. Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles. Introducción al estudio de la Biblia. Editorial Verbo Divino. 5a. ed. España. 2001. pp. 118-119.
2. Rafael Aguirre... op. cit. pp. 159-160.
3. Desclee de Brower. Biblia de Jerusalén. Bilbao, España. 1978.
4. Desclee de Brower. ídem.

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